Acaba el día como un Faraón.
Un paseo por el bello Madrid nocturno, con sus monumentos iluminados y ese halo glamouroso que a esas horas despide mi amada ciudad, se convierte en el preludio perfecto para terminar el día como un faraón.
El tramo final de la excursión termina subiendo desde la Plaza de Cibeles, dejando a mano derecha el antiguo Palacio de Correos y vislumbrando al fondo la preciosa Puerta de Alcalá. Puerta que se abre hacia el reino de los faraones, en concreto hacia el reino de Ramses.
Lo que hace especial, entre otros motivos, a Ramses, son la ganas de no envejecer nunca.
La entrada hacia el restaurante se realiza por la planta baja que aloja Ramses Petit cuando el sol luce y una discoteca-club cuando el astro rey da paso a nuestro satélite.
Tras subir unas escaleras, desembocamos en el feudo de Ricard Camarena (estrella michelín) delegado en José Marín, combinación impecable junto a la decoración de Philippe Starck...
Nada más sentarnos vemos que a parte de las referencias de la carta, tenemos varias opciones para poder pedir platos de temporada, muy de agradecer si se quiere disfrutar de viandas de la estación.
La ansiada noche comienza con un snack de bienvenida en el que el foie predomina en presencia, y deja un atisbo en la boca de lo que puede ser una gran noche...
Como entrantes decidimos decantarnos por el pan de cristal con tomate y las alcachofas salteadas con jamón Joselito y huevo a baja temperatura. La ejecución en el pan de cristal es correcta, saboreando un pan muy crujiente y con una burbuja de fermentación grande. A mi personalmente me gusta algo mas fino.
Las alcachofas salteadas con jamón Joselito y huevo a baja temperatura es un "must". Intensos sabores aguardan en este plato, con un excelente fondo. Sin duda alguna, si uno recae en este gran restaurante ha de pedirlas. Para mi imprescindibles.
En uno de los platos principales optamos por un arroz de bogavante azul con clorofila de espinacas. Curiosa combinación de cítricos y cilantro, envolviendo un arroz con bogavante y manzana rallada. Este plato solo es apto para paladares muy curiosos, creo que si gusta el ceviche es bastante probable que esta sea una opción para degustarla.
Y para finalizar una gran comida, los postres no deben ser menos. Ramses ofrece unos postres vistosos y además deliciosos...
Melocotón helado con vainilla y fruta de la pasión...Todo un festival para los ojos.....trampantojo..
En el fin de una gran velada degustamos el helado de café con leche quemada, mantequilla y nueces de macadamia..Se merece un altar....de impresión.
Todo este menú fue regado por un Dr Loosen 2012, en la carta la añada era de 2011.
En lo referente al servicio, la amabilidad es un punto a favor,siempre con una sonrisa y los timming son correctos.
Disfrutar de Ramses es todo un festival y un lujo para los sentidos, según abandonas el local la mente solo piensa en lo poco que tardarás en volver.....y volveremos...Gracias Ricard por hacernos tan felices.
(A día de hoy, Ricard Camarena ya no forma parte de la dirección gastronómica de Ramses).
Ramses Life and Food
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