Acaba el día como un Faraón.
Un paseo por el bello Madrid nocturno, con sus monumentos iluminados y ese halo glamouroso que a esas horas despide mi amada ciudad, se convierte en el preludio perfecto para terminar el día como un faraón.
El tramo final de la excursión termina subiendo desde la Plaza de Cibeles, dejando a mano derecha el antiguo Palacio de Correos y vislumbrando al fondo la preciosa Puerta de Alcalá. Puerta que se abre hacia el reino de los faraones, en concreto hacia el reino de Ramses.
Lo que hace especial, entre otros motivos, a Ramses, son la ganas de no envejecer nunca.
La entrada hacia el restaurante se realiza por la planta baja que aloja Ramses Petit cuando el sol luce y una discoteca-club cuando el astro rey da paso a nuestro satélite.
Tras subir unas escaleras, desembocamos en el feudo de Ricard Camarena (estrella michelín) delegado en José Marín, combinación impecable junto a la decoración de Philippe Starck...
