Pecado Carnal

Bienvenido al terreno del Wagyu.

Conocida más popularmente como carne de Kobe (style), (termino incorrecto, ya que la carne que se cría en Kobe no sale de Japón, aunque si es verdad que en la carne que disfrutamos aquí el proceso y tratamiento del Wagyu es exactamente el mismo que la cría en la ciudad japonesa. Toman cerveza diariamente, los masajean con sake y los alimentan con forraje de cereal.), es un manjar del que disfrutar siempre que puedas.  Tal es el éxito de esta carne, que Pecado Carnal ya ha abierto cuatro sucursales donde poder degustarla. Chamberí, Goya, Chueca y el que probamos ayer de la calle Fúcar.

Un local a primera instancia que parece pequeño, pero que también dispone de una planta baja con más mesas, además de las situadas en la primera planta.

Nosotros nos quedamos en la primera planta, junto a la barra que hay allí, algo estrecho el espacio pero cómodo debido a la tranquilidad que había en ese momento en el local (ya una hora tardía para comer).

Como entrantes, tras revisar la carta pedimos el pollo en salsa teriyaki y el queso templado de cabra con cebolla confitada. He de decir que nos recomendaron otro entrante pero debido a mi mala relación con las setas no lo probamos.

Cubik Madrid

                                      

                                 Cocina creativa low cost.

Dado que en Madrid disponemos de excelentes restaurantes de cocina creativa, este quizás podría no estar a la altura de los grandes que por aquí tenemos. Pero hay algo que le hace especial, y es digamos, sus precios low cost contrastados con la calidad de la comida. Aquí, es donde realmente Cubik destaca. 

Platos correctos y de una buena materia prima a precios realmente competitivos.  

Como entrante pedimos estos rulos de tortilla de trigo con mousse de foie y piña. A mi personalmente me hubiese gustado un poco menos de lechuga y un poco mas de mousse de foie. Aún así un plato que conjuga bien los sabores dulces con el del foie.

Como plato principal para cada comensal, uno fue un crepe de pescado con crema de mariscos, y el otro un rollito crujiente de brandada de bacalo con pisto y huevo de codorniz. La presentación del segundo mejor que la del primero . Buena potencia en la crema de marisco. La brandada de bacalo por encima del pisto.

Por último degustamos dos postres. Piña colada, muy buena la combinación para formar el conocido cocktail, en el que al hundirse la cuchara nos encontramos con un bizcocho borracho, pero quizás excesivo en cantidad.

 Y el otro postre,  mousse de chocolate con coulis de frutas del bosque.

Buena presentación, sabores correctos y un servicio más o menos eficiente (esperamos por el postre unos veinte minutos, con el comerdor casi vacio).

Respecto a la sala, no es nada en decoración de otro mundo, me llegó a recordar a las hamburgueserías, con algunas mesas de lado contra la pared, y un asiento corrido para el resto de ellas.

En conclusión, lo que realmente hace interesante este sitio es sin duda, sus precios, y si te estás iniciando en el mundo de la cocina creativa, es un lugar más que correcto para probarla.

(Cubik Madrid ha cerrado sus puertas).

Cubik Madrid.