google-site-verification: google328b6b5d633587f6.html Los placeres en la vida. Recetas de cocina.: GAMAN, EL TEMPLO NIKKEI DE LA ETERNA SONRISA

1/09/2024

GAMAN, EL TEMPLO NIKKEI DE LA ETERNA SONRISA


Gaman de Luis Arévalo
El restaurante nikkei que es "estrella"

GAMAN


Recuerdo aquellos tiempos en los que el desaparecido "Tokio Taro" o "Don Zoko" abrieron camino para la cocina japonesa en el corazón de Madrid. Algunos afortunados pudimos degustar la magia del sushiman Masao Kikuchi, el maestro de un grande que nos ha quedado en la capital, Ricardo Sanz.


Ese Ricardo Sanz, a la vez, fue una referencia en los cuatro años que Luis Arévalo Pasó por "Kabuki" y antes de ello ya había montado la mejor barra de sushi de Santiago de Chile. Un hombre viajado, cosmopolita y que hace que se traduzca en sus elaboraciones.


Después vinieron muchos más. Uno de los que destacaba era "Sushi 19" ulteriormente vinieron los dos "Sushi 99" y adivinen quién estaba detrás de todo; sí, un tal Luis Arévalo, con un proceder exquisito.


Todos los aficionados a la cocina japonesa recordamos el mítico 
"Nikkei 225"

Un bagaje simplemente electrizante.




Y llegó Kena, una experiencia agridulce, al no poder estar al cien por cien en su proyecto debido a viajes y asesoramientos. Aquel Kena que en plena pandemia nos surtía de los manjares de Luis, aquel Kena, que le bajó al infierno pero en cambio hizo que se propusiera su nuevo proyecto: GAMAN


Gaman es la culminación de toda una experiencia acumulada de los momentos, tanto buenos como malos, de toda la trayectoria de Luis Arévalo. 











Un restaurante en el que se respira toda la sabiduría adquirida, en el que se puede ver como Luis, con mimo y extrema destreza, prepara sus nigiris viajados, elaboraciones redondas, ejecuciones que te hacen degustar los años de experiencia que esas manos han visto pasar.











Esas manos, esa concentración, tranquila y sosegada, esa rapidez en saber leer las mesas, erudición en qué plato falta un pequeño toque ácido, hace que en cada visita que hago, piense: - para mí, Luis, es un tres estrellas y me da lo mismo lo que califique el politiqueo de Michelín-.



Y el buen hacer, obtiene sus recompensas, como la apertura del exitoso Akiro (ya hablaremos de ello).

¿Cuál será su próximo objetivo, una pequeña barra y él con su menú omakase? 

De éste gran sushiman se puede esperar cualquier cosa...



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