LA ESTRELLA DE LIBRO
Alabaster es uno de esos lugares, de los que generalmente el público no recuerda en el día a día. Pero sí, y muy bien, cuando regresan a sentarse en su estupendo espacio y vuelven a disfrutar de la maravillosa gastronomía que allí ofrecen.
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| Torreznos y Brandada de bacalao |
Alabaster Madrid debería estar mucho más presente en las docenas de "porras" que se suelen hacer por éstas fechas del calendario. Siempre, uno de los olvidados, cómo también lo suele ser Desencaja, o varios lugares de Madrid en los que la cocina brilla por sus elaboraciones y cuidados en el proceso.
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| Navaja escabechada con esferas de jalapeño |
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| Fran Ramirez desarrolla un excepcional trabajo con sus maridajes |
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| Oscar Marcos forma un tandem indivisible con Fran |
Inspiraciones nórdicas, en ocasiones asiáticas, hacen que el comensal se divierta y disfrute durante toda la comida.
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| Sardina ahumada en tosta, con queso de Arzúa, tomate y cebolleta |
Una gran sala combina a la perfección con las demas ejecuciones, quizá la mejor sala de Madrid, por varias razones: Estabilidad, muy importante para el desarrolo de un restaurante, respetando las tan ansiadas ocho horas de trabajo en la hostelería; sin encorsamientos, desde la entrada por la puerta hasta la salida, el trato es excelente, amoldándose al cliente en todo momento, con buen hacer y con una sonrisa permanente; tiempos correctos, no suele haber demora en la servidumbre de los platos, lo que hace que la degustación sea tranquila pero continua.
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| Almejas en salsa verde de codium |
Además dispone de dos ambientes, la barra, en la que se puede experimentar un picoteo estupendo y el restaurante, elaboraciones más serias y con más carácter.
Todos estos detalles hacen, a mi parecer, que siempre sea un digno aspirante a la estrella que nunca llega.
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| Empanadilla al vapor de galo celta |
Acuérdense de este gran lugar, porque más adelante, cuando los buenos lugares cierran sus puertas, todos nos echamos las manos a la cabeza y nos preguntamos "¿cómo fue posible?".
Demasiada atención de los foodies mediáticos a lugares de reciente apertura, de postureo y sin una gran gastronomía y poca atención a los que realmente aman el oficio, se deslizan por la sala, ponen un gran cariño en el plato.
Sin productos embotados, con un acertado manejo de las materias primas.
Lugares en los que de manera certera se demuestra lo que es el mundo de la gastronomía, el amor al oficio, el sacrificio, el amor a los demás.
Lugares que hacen que se pasen los enfados con el mundo gastronómico. Con aquellos foodies de nueva alcurnia que recomiendan espacios mediocres a diestro y siniestro por tener más referencias en sus páginas vacias de conocimiento.
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| Merluza, pil pil con ponzu y espinacas |
Entrar en Alabaster es reconciliarse con este mundo, cada vez más circense tanto por parte de escribidores (saltimbanqui dixit) que no diferencian un bivalvo de otro, o no conocen la hechura de una sencilla, pero sabrosa cocina tradicional.
Alabaster es Gastronomía.
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| Petit fours |
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| Mousse de queso |
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| Creme Brulee |
